martes, 28 de octubre de 2008

Fiesta de la Rosa del Azafrán


La Fiesta de la Rosa del Azafrán se celebra cada año en Consuegra el último fin de semana completo del mes de octubre, siendo por lo tanto su fecha variable tratando de coincidir la celebración con la recogida de la flor. Se instauró en el año 1.963, celebrándose este año su trigésimo novena edición, habiendo sido catalogad por la Secretaria General de Turismo como Fiesta de Interés Turístico. La función principal de la Fiesta es dar a conocer y promocionar la esencia cultural manchega a través de la gastronomía, la artesanía, la historia y las tradiciones populares. La razón de escoger al azafrán como motivo en torno al que celebrar una fiesta se debe a tres causas fundamentales:En primer lugar es un producto único dentro de lo que es el paisaje agrario español al concentrarse el 90% de la producción en la Mancha, asociándose por lo tanto al espacio natural donde se produce, con todas sus connotaciones culturales, por lo que podría ser considerado como una seña de identidad propia de la región.En segundo lugar, está por derecho asociado a la calidad, y esto no es solamente en el ámbito interno, sino que ya culturas de la antigüedad, como los sumerios o acadios, lo consideraban como un artículo de lujo.En tercer lugar, es uno de los pocos productos, por no decir el único, que Castilla – La Mancha puede asegurar que tiene en su territorio como el mejor en el ámbito mundial.En su larga andadura, la fiesta ha ido adaptándose a los cambios, evolucionando junto con la sociedad en estos treinta y nueve años de historia, transformándose paulatinamente de un evento agrícola – ganadero a otro de características turísticas – comercial, según ha ido cambiando el tejido social de los visitantes y de las personas que lo sustentan.El alma de esta fiesta son sus actos, creados de tal forma que aunaran interés, tradición y peculariedad, recuperando viejas tradiciones e incluso sirviendo como catalizador para la recuperación de un cultivo que hoy por hoy corre serio riesgo de desaparecer de la localidad.Actos Principales.La programación de actos de la fiesta es muy extensa y variada, comenzando con la proclamación de la Dulcinea y Damas de Honor, como paradigma de la mujer manchega.Una vez proclamada la Dulcinea, se procede a inaugurar las exposiciones y el recinto ferial.Concursos de Monda.La “monda”, consiste en separar el azafrán de la flor, el proceso de realiza de forma completamente manual y en él se valora tanto la rapidez como la limpieza. Se realizan tres concursos; el viernes de ámbito local, el sábado por la tarde de carácter regional, concluyendo éstos el domingo por la mañana con el Concurso Nacional de Monda. En este último los participantes deben de vestir el traje regional correspondiente a su localidad.Molienda de la Paz.En el molino de viento de nombre “Sancho”, con una de las maquinarias más antiguas y mejor conservadas de todo el país, se realiza la Molienda de la paz. Durante la molienda el molino es puesto a trabajar de forma artesanal volviendo otra vez a triturar el trigo para transformarlo en harina. Terminada la molienda, se reparten saquitos de harina como recuerdo entre las personas que han acudido al acto.Este acto se dedica a diferentes organismos, instituciones o particulares que hayan destacado por su contribución a fomentar la convivencia y la tolerancia así como las relaciones entre los pueblos.El contenido de este acto es muy simbólico ya que el trigo, procedente de diferentes lugares, simboliza los países donde la gente vive, más una vez triturado éste, la harina que produce es la misma, ya que en el fondo todos somos iguales.El acto se complementa con la actuación del grupo de coros y danzas Rosa del Azafrán de Consuegra en los molinos de viento.Certamen Gastronómico.En el paseo de D. José Ortega Y Munilla, se celebra el Certamen Gastronómico, en el que los participantes elaboran platos de comida tradicional manchega, desde las clásicas migas, gachas y potes, comidas por excelencia de la gente del campo, a platos de elaboración mas complicada y laboriosa como el rin – ran o la caldereta de cordero, sin olvidar el recetario cervantino con especialidades como los duelos y quebrantos o el guiso de las bodas de Camacho.Festival Folclórico.Durante el domingo por la mañana y después del Concurso Nacional de Monda se celebra el festival de Coros y Danzas.El festival comienza con los pasacalles de los grupos desde distintos puntos de la localidad hasta llegar a la Plaza de España, donde posteriormente y a lo largo de toda la mañana actúan grupos castellano – manchegos junto con otros provenientes de otras comunidades autónomas, siendo un acto excelente para apreciar tanto la riqueza como la variedad de trajes, canciones y las distintas particularidades locales.Junto a estos actos, que son las columnas sobre las que se apoya la fiesta, se realizan exposiciones, quedan abiertos al público todos los monumentos de Consuegra, se realizan competiciones deportivas, eventos culturales y se instala en el recinto ferial una serie de exposiciones de maquinaria agrícola y ganadera, junto con stands donde se realiza una feria de muestras con presencia de empresas y artesanos de la comarca en la que exponen sus productos a los visitantes que atrae la fiesta.Como complemento a las actividades propias de la fiesta, se visitan igualmente los campos de azafrán en torno a Consuegra, e incluso se puede compartir parte de la jornada en casa de un azafranalero comprobando el proceso de elaboración del azafrán in situ.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Consuegra


La ciudad nació bajo los auspicios de la romanización. El cerro Calderico, primer asentamiento de los consaburenses desde los tiempos de la trashumancia prehistórica fue un punto de gran importancia que ponía en contacto los pastos de la meseta sur y el norte peninsular. Hoy los escasos restos del viejo poblado celtíbero que han llegado hasta nosotros en el cerro nos han cedido su impronta, material de un proceso cultural que alcanzó en la segunda edad del hierro (Siglo V a de C.) un gran desarrollo, evolución “in situ” de los pueblos anteriormente asentados. Poco después, durante el siglo IV a. de C., se originan cambios producidos por la expansión cultural de los Iberos, operándose cierta fusión étnica que conllevó una integración que alcanzó a lo largo de los siglos III – I a. de C., un desarrollo tan amplio que culminó con la urbanización de los núcleos prerromanos, fenómeno interrumpido definitivamente por las guerras cartaginesas y la conquista de Roma. La Romanización se produce como superación del proceso de anexión de los territorios a través del enfrentamiento bélico. Desde ese momento la evolución del pequeño recinto urbano debió ser rápida, abandonando definitivamente el viejo poblado del Cerro Calderico y constituyendo en la llanura la base de la Consabura romana, dotada de elementos característicos que la cultura clásica otorgaba a los centros neurálgicos de enlace entre ciudades o lugares importantes. Durante los inicios del imperio, la vida y la organización social básica debieron mantener cierto carácter indígena que se trasformaría con la concesión del Derecho Latino (Ius Latii) en el año 73 por Vespasiano, momento que aparece por primera vez en los textos clásicos el nombre de Consabura, alcanzando dicho privilegio a la vez que Toledo y como únicos representantes de la Carpetania. Consuegra, además de ser un núcleo importante en el entramado vial del centro, uniendo Toledo con el sur y este peninsular, se fue convirtiendo gradualmente en un área de producción agrícola con varias fases de desarrollo y florecimiento de villas. La ciudad, no obstante, siguió fortaleciendo con varias fases su estructura urbana, produciéndose una serie de obras de ingeniería (presa, acueducto, puentes, vías, etc.) que potenciaron su consolidación. Producto de su pasado son los restos que hoy perviven, el material que ha llegado hasta nosotros y la propia configuración urbanística que hemos heredado. Con el hundimiento del Mundo Romano y la llegada de los pueblos bárbaros se trasformaron los hábitos, caracteres políticos – sociales y económicos que hasta aquel momento se habían desarrollado. Además, la meseta a lo largo de la Monarquía Visigoda fue el centro de una serie de plagas que imposibilitaron la continuidad urbana como se había realizado hasta la fecha. La falta de población y el resquebrajamiento de la base lógica que habría auspiciado el fenómeno de los núcleos urbanos, facilitó que en el año 711, cuando se produce la llegada de los árabes, Consuegra solo fuese un núcleo de apoyo a la metrópoli toledana. Durante la edad Media la ciudad volverá muy lentamente a repoblarse, pero basada en el carácter estratégico que daba el Castillo. Después de haber estado silenciada durante siglos, vuelve Consuegra a los textos como una zona estratégica importante sobre la que se produjeron destacados episodios bélicos a finales del siglo XI. Durante los reinados de Alfonso VI – VII y VIII (siglos XI – XII), la ciudad y su castillo serán uno de los centros neurálgicos de los movimientos de frontera que se efectuaron en la Mancha Alta. En 1.183 se realiza la donación a la Orden de San Juan de Jerusalén del Alfóz consaburense. Desde este momento hasta las Navas de Tolosa, lograron los hospitalarios mantener el territorio del castillo de Consuegra bajo su tutela, destacando de manera especial la defensa tras la batalla de Alarcos (1.195), último momento crítico de la frontera sur del reino de Toledo. Después de las Navas (1.212), los conflictos bélicos ya quedaban muy lejos de la comarca natural que pertenecía al alfóz de nuestra fortaleza reconquistada definitivamente la Mancha Alta se iniciaba un nuevo capítulo en la historia de Consuegra y su entorno.Desde principios del siglo XIII se promovieron los trabajos de repoblación bajo los auspicios de los sanjuanistas. El fuero de Consuegra se extendió por toda la comarca. La colonización del área y la explotación de parajes abandonados posibilitaron el desarrollo del Alfóz. El castillo, sede de la Orden de San Juan, se trasformó en centro administrativo, encauzando los designios del término hasta que cada villa, nacida bajo la protección y sobre la base de la política demográfica y colonizadora seguida desde Consuegra, fue alcanzando poco a poco su plena autonomía. Desde los últimos Austrias y primeros Borbones, el priorato acabó convirtiéndose en un Mayorazgo en manos de la realeza, adaptándose con el paso del tiempo a las necesidades de la época. A finales del siglo XVIII el resquebrajamiento del antiguo régimen hizo languidecer y perder razón de ser de la vieja organización que fenecía victima del proceso desarmotizador de mediados del siglo XIX. Todavía Consuegra tenía que asistir en el año 1891, debido a una pavorosa inundación, a la trasformación urbanística más notable de los últimos siglos. Esto ha permitido que el centro de la población se extendiera la zona verde más importante de la ciudad, la creación de una nueva barriada y la reorganización de zonas próximas al río.