
Estate,Señor conmigo,
siempre sin jamás partirte
y cuando decidas irte,
llévame,Señor,contigo:
porque el pensar que te irás
me causa un terrible miedo
de si yo sin ti me quedo,
de si tu sin mi te vas.
Llévame en tu compañía,
donde tu vayas,Jesús,
porque bien sé que eres tú
la vida del alma mía:
si tu vida no me das,
yo sé que vivir no puedo,
ni si yo sin ti me quedo,
ni si tú sin mi te vas.
Yo te juro mi Señor
seguir siempre tu consejo
siguiendo los buenos pasos
que nos manda el padre bueno.
Si algún día soy infiel
a este juramento,aunque
sea en mi agonía,
tiende sobre mi tus brazos
y abre los ojos de mi alma
para que yo vea mi cobardía.
Rafael Lara Delgado
No hay comentarios:
Publicar un comentario